Dona nobis pacem (orquestra de cuerdas y arpa)

INFORMACIÓN

Año
2020
Orgánico
Orquestra de cuerdas y arpa
Fecha de estreno
23-10-2020
Intérpretes

Orquesta Sinfónica de Galicia, Dima Slobodeniouk

Lugar
Coliseo de A Coruña
Evento
Temporada de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Galicia
Edición

CD "Juan Durán: obras para orquesta". Orquesta Sinfónica de Galicia. Dima Slobodeniouk. RDC. D.L: 1641_2023

Otras interpretaciones
  • Orquesta Sinfónica de Tenerife, Víctor Pablo Pérez. Auditorio de Tenerife. 25 e 26 de marzo de 2021.
  • Orquesta do Conservatorio Superior de Música de Vigo, Juan Carlos Díaz. Ciclo "Nas Ondas" Auditorio Martín Codax. 04/05/2021
Prensa

Dona nobis pacem, elexía ás víctimas do Covid 19 de Durán una composición en forma de Adagio, de unos diez minutos de duración, pensada para orquesta de cuerdas y arpa, que se anunciaba como una idea dentro de esos parámetros  líricos, revestida  de una intención evocadora, próxima a una plegaria con aspectos de una profunda concentración que se distancia de  cualquier tremendismo subido de efímeras pasiones, para evocar un estado de ánimo a la altura de las circunstancias. Una óptica serena en su transcurso, en la búsqueda de consuelo para quienes hayan padecido las consecuencias de la amarga pandemia. Todos, y en especial, dentro del mundo de la música, tenemos en mente a personas a las que perdimos recientemente, por lo que se rogaba , como respuesta, un respetuoso silencio, sin aplausos, cubierto  con una actitud de un sencillo minuto de silencio.

Ramón García Balado, Ritmo

 

Después del Holocausto, T. W. Adorno lanzó una de sus sentencias más conocidas: «escribir poesía después de Auschwitz es barbárico». Con ello, no se refería a que no se pudiera escribir poesía –o hacer arte, en general– a partir de tal catástrofe, sino que, más bien, había que repensar las formas de artes útiles y válidas hasta ese momento, pues quizá eran incapaces de dar cuenta realmente del horror. Posteriormente, matizaría su afirmación al señalar que, pese a todo, las víctimas y condenados solo pueden encontrar algún tipo de expresión en el arte. Ante la tragedia que ha supuesto la pandemia en la que estamos, desgraciadamente, inmersos y cuyas consecuencias probablemente solo podamos empezar a atisbar cuando comience a remitir, esta cuestión vuelve a adquirir protagonismo. Pasan los meses, aumentan las cifras de muertes, y la música se vuelve una posible aliada para expresar la sensación de pérdida e incertidumbre: en eso consiste la elegía de Juan Durán (Vigo, 19-IX-1960), una pieza en los límites de la expresión. Para ello, parte de un entramado compacto en las violas y chelos, acompañado con gran sencillez por el arpa. Los violines aumentan brevemente la intensidad y anuncian el trabajo melódico que, lentamente, comienza a emerger como una pequeña luz. Un gran clímax se rompe abruptamente para dar lugar al lamento del chelo con un arpa que, evocadoramente, le da un aire ensoñador
puntual. Le contesta la viola, que concluye su solo con una pregunta abierta, que es quizá la del mundo que nos queda. Los momentos oscuros se aplacan pronto hacia un nuevo ascenso. Dona nobis pacem (“dadnos la paz”) se condensa en esta partitura como una reflexión donde el recuerdo y duelo dejan también un lugar al consuelo y a la esperanza.

Marina Hervás Muñoz, Doctora en Filosofía y musicóloga.

Observaciones

Obra encargo de la Orquesta Sinfónica de Galicia

Código de obra SGAE: 20.331.736

Código de ISWC: T3035255671

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